Marriott eleva la escena culinaria de São Paulo con su restaurante exclusivo L40

Bajo el mando del chef Thomáz Leão y del sous chef Vitor Romanin, con mixología de Gabriel Maresca, el restaurante recibió su nombre con un acrónimo que hace referencia tanto a su ubicación física como a la Latitud 40 Norte. El restaurante L40 ofrece un viaje gastronómico guiado por los aromas, la innovación y la botánica.

Inspirado en los sabores de los países que cruzan esta línea imaginaria —Estados Unidos, Grecia, España, Portugal, Italia, Turquía, Armenia, Azerbaiyán, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán, Kazajstán, China, Corea del Norte y Japón—, el restaurante traduce antiguas tradiciones culinarias desde una perspectiva brasileña, creativa e irreverente. Con este enfoque libre e inventivo, L40 crea una cocina original que combina ingredientes clásicos, ancestrales y modernos.

Para abrir el apetito

En L40, las entradas ofrecen una experiencia audaz y sofisticada, donde ingredientes brasileños se fusionan con inspiraciones globales en pequeñas porciones de gran impacto. La spanakopita adquiere un toque creativo en forma de pastel, combinando espinacas frescas, queso feta de São Paulo y el toque picante de harissa. La “coxinha” de pato, a su vez, evoca al pato pekinés al combinar un relleno suculento, salsa de pepino, rábano crujiente y salsa hoisin dulce. Las ostras de Florianópolis se sirven con granizado de limoncillo y aceite de oliva del día, revelando frescura y elegancia. Las mandiocas bravas reinterpretan las papas bravas españolas con personalidad brasileña: la mandioca crujiente se enriquece con quesos artesanales de São Paulo: Soberano Reserva, inspirado en el parmigiano-reggiano, y Sinoeiro, que recuerda al gruyère, ambos producidos en Bofete con leche de vacas Jersey. La mayonesa Sriracha, con pimentón y pimienta cereza, aporta un toque picante y aromático. Los buñuelos de kimchi, elaborados con el tradicional producto fermentado coreano, aportan textura crujiente e intensidad, equilibradas con una mayonesa de cebollino vegana y terminadas con flores y microvegetales, que aportan complejidad y frescura al plato.

Salado seguido de dulce

Desde lo salado hasta lo dulce, el menú es un viaje sensorial. Del mar destaca el Pulpo a la Plancha con romesco, nueces de Brasil y ajo negro al mejor estilo mediterráneo, mientras que de la tierra, el Chuletón de Ojo de Buey entrega suculencia con ñame y pimientos pequillo. Para finalizar, el Sorbete de Cajá sorprende con caramelo, jengibre y fruta fresca, una explosión de sabores. El Pão de Mel de la casa, con sorbete de cacao y farofa de barú, es puro recuerdo afectivo reinventado.

La coctelería exclusiva de L40

Gabriel Maresca se ha destacado en el mundo de la mixología con un menú de autor atrevido y bien equilibrado. Entre los diez cócteles alcohólicos creados por él, el “Anita” sorprende al armonizar la cachaça Santo Grau con mandarina, limón y un inusual jarabe de gochujang. El “Cumaru Punch” se centra en notas cálidas y aromáticas con ron añejo infusionado con plátano seco, cumarú y toques cítricos. La carta también incluye versiones sin alcohol, manteniendo la sofisticación y la creatividad.

El chef de L40 en el W São Paulo

El chef Thomáz Leão comenzó su carrera culinaria junto a su tía y su prima, en una cocina de producción, para luego pasar a la confitería antes de estudiar en Senac. Se unió al programa de pasantías del Grupo Marriott y fue uno de los primeros cocineros del equipo del restaurante Terraço Jardins del Renaissance, donde contribuyó a la apreciación de la cocina brasileña. Con una carrera en ascenso, ayudó a abrir varios restaurantes Marriott en todo el mundo y capacitó a muchos chefs, incluido el sous chef de L40, Vitor Romanin, quien también sirvió como pasante para muchos chefs capacitados por Leão. Thomáz también trabajó como chef ejecutivo en el JW Marriott de Río de Janeiro y en el Marriott Marquis de Nueva York. Durante y después de la pandemia, trabajó en el negocio de panadería y en un steakhouse en Nueva York, hasta que regresó a Brasil para liderar con excelencia el L40 del W São Paulo, que hoy tiene el 70% de su público formado por no huéspedes, demostrando que el restaurante ha conquistado la ciudad que se extiende bajo su impresionante vista.

Reportaje y foto de Mary de Aquino